La luz de radiación libre parte de una fuente de luz y se propaga libremente en todas las direcciones. Para las personas, la luz de radiación libre despliega su efecto más agradable si se emite con suavidad al espacio. Por este motivo, las luminarias están dotadas de cristales adecuados hechos de cristal opal o difusores refractarios de material sintético. Cuanto más intensa sea la luz emitida, más amplia debería ser la superficie del cristal de la luminaria para evitar el deslumbramiento. La luz de radiación libre es idónea para la iluminación general.
La disposición de las luminarias en la imagen de ejemplo muestra cómo se puede definir el entorno y ayudar a percibir las dimensiones del espacio con luminarias de radiación libre.
Según la utilización prevista es recomendable apantallar las luminarias. Precisamente en el caso de las luminarias de pared, por ejemplo en la entrada de la casa o en pasillos donde se desea utilizar una luz suave, la luz se percibe como más agradable si está parcialmente apantallada. Las luminarias apantalladas se distinguen por el gráfico de luz que crean en la superficie de montaje. Son muy apropiadas para la iluminación acentuada.
Esta forma de luz se emplea a menudo en luminarias que iluminan la superficie del suelo, también desde grandes alturas. En el exterior, se utiliza, por ejemplo, en las luminarias de calles y caminos o en la iluminación de zonas que requieren un mayor nivel de atención, tales como escaleras. Cada proyector produce una luz dirigida. Esto lo puede hacer desde cualquier posición, ya sea desde un poste o desde el suelo. La luz dirigida se utiliza con frecuencia en el ámbito de la iluminación funcional.